Carbón, ¿A qué precio? ¿Hasta cuándo?

Carbón y territorio. Territorios del carbón. Una continúa controversia, un contradictoria relación con la idea de sostenibilidad. En este e-Dossier se aporta una gran cantidad de información sobre los contradictorias relaciones de esta actividad con la conservación del territorio, con la sostenibilidad social, con la salud, con el futuro de la energía,...Un apasionante tema de análisis territorial: el 40 % de la energía eléctrica del planeta se obtiene del carbón.
A pesar de esta terrible dependencia la idea de que tenemos que prescindir del carbón es perentoria e incuestionable. Las discusiones y argumentaciones relacionadas con este recurso insostenible no tienen tanto que ver con la inmediatez (cuándo se agotará) sino con su inevitabilidad (se agotará seguro). La única salida frente a las huidas hacia adelante de la tecnocracia ( por ejemplo, la campaña internacional, clean coal o carbón verde) es pensar la sociedad del postcarbón. Cuanto antes empecemos a tomar decisiones en este camino mucho menor será el colapso energético y muchas menos vidas se perderán.
Una de las líneas de trabajo del T-InnovaLab de la Universidad de León es cuantificar a escala planetaria la minería de superficie de carbón y sus impactos territoriales.
Fuente: Diario de León - Innova - octubre 2012
En el siguiente mapa puedes simular la evolución 1980-2010 el consumo de carbón a nivel mundial. Pincha sobre la figura y podrás observar la importancia de esta materia prima a nivel mundial.


En el siguiente artículo tienes una explicación detallada de los impactos territoriales de la minería de superficie (a "cielo abierto").

¿Qué es la minería a "cielo abierto?

Minería de carbón: Impactos ambientales y sociales y su regulación normativa en España
La minería del carbón a cielo abierto constituye una actividad de impacto de alta intensidad sobre una gran cantidad de variables ambientales. Estos impactos se pueden resumir de la siguiente manera (Nicolau y Ruiz 1986; Bustillo y López 1996):
1- Efectos sobre los suelos, la geología y la geomorfología. Se producen cambios drásticos en los suelos (por eliminación, alteración o substitución de estos por materiales estériles), y en la estructura y disposición de los materiales geológicos. Del mismo modo se producen modificaciones topográficas de gran envergadura (formación de escombreras, huecos de explotación, etc.).
2- Efectos sobre la circulación y calidad de las aguas. La creación de nuevas geoformas incide sobre la circulación superficial de las aguas, a través de la ruptura y alteración de las redes de drenaje, así como mediante la formación de nuevas superficies generadoras de escorrentía y sedimentos. La circulación de aguas subterráneas se ve modificada por los huecos de explotación (rompen la estructura de los acuíferos y provocan el descenso de los niveles freáticos). La calidad de las aguas superficiales y subterráneas se ve afectada por contaminación física (aumento de sólidos en suspensión) y química (por el contacto del agua con las capas de carbón en el hueco de explotación y la formación de procesos de lixiviación en escombreras con materiales estériles salinos y/o piríticos).
3- Efectos sobre la atmósfera. La calidad del aire se ve alterada por la emisión de polvo y la autocombustión de materiales carbonosos presentes en las escombreras. Del mismo modo, la minería es una fuente importante de ruidos (tránsito de maquinaria, sistemas de ventilación, transporte del mineral, etc.).
4- Efectos sobre las comunidades bióticas. La minería produce la destrucción completa de los ecosistemas en el área de explotación. Del mismo modo, los impactos de la explotación se extienden sobre las comunidades del entorno por la acción de diferentes agentes y actividades (polvo, ruido, sondeos, tránsito de maquinaria, vertidos, efecto barrera, etc.).
5- Usos del territorio. Se produce una ocupación directa de las extensiones que son explotadas, lo que supone la eliminación de los usos tradicionales (agricultura y ganadería), la alteración de la infraestructura básica (caminos vecinales, construcciones, cercas, parideras, pasos de ganado, abrevaderos, etc.) y la transformación de la estructura de la propiedad.
En el caso de España, el desarrollo de la minería a cielo abierto provocó una fuerte preocupación social en los años 80, que originó la elaboración de un marco legislativo específico. En 1982 se dictó una norma genérica a nivel estatal (el RD 2994/1982 de 15 de octubre) en relación a las actividades extractivas; dos años más tarde, se elaboró una norma específica para la minería del carbón (RD 1116/1984 de 20 de noviembre). Con la incorporación de España en la Comunidad Económica Europea se asume la obligación de cumplir la Directiva 85/337, transpuesta a la legislación nacional por medio del Real Decreto legislativo 1302/1986 de 28 de junio de Evaluación de Impacto Ambiental, que se desarrolla en el Real Decreto 1131/1988 de 30 de septiembre (ambos modificados actualmente por el Real Decreto Legislativo 1/2008 de 11 de enero). A estas normas de carácter estatal hay que sumar la numerosa legislación específica desarrollada por las Comunidades Autónomas. Todas estas normas introducen explícitamente la obligación de desarrollar estudios para la evaluación de los impactos previstos, conectados a los planes de restauración de los espacios afectados por la minería del carbón a cielo abierto (Merino, 2010)
En el caso de la minería en El Bierzo-Laciana, un análisis a escala macro, indica que la minería en esta comarca ha generado entre el 1 y el 3 % de la electricidad en España, provocando un pasivo ambiental de cerca de 5.030 sólo en la comarca de El Bierzo (sin incluir Laciana). 
En la siguiente figura se representa esquemáticamente el proceso de explotación y sus impactos en el valle del Sil (Villablino - Laciana)





¿Qué problemas tiene la quema del carbón para la producción de energía? (en inglés)

Burning coal is the most polluting way to generate electricity. From mining, to transportation, to generation, to waste disposal, coal causes severe environmental problems that other energy resources do not. Coal is full of hazardous substances that, when burned, contaminate the air, the land and water. Other sources of electricity generation, including water, wind, and solar do not have these severe environmental consequences. There are also differences in the amount of pollution produced by different coal-burning technologies. Many people who are concerned about the impact of coal burning on the atmosphere and human health are trying to stop the development of all new coal-fired power plants. Other people are urging that only the least polluting technology be used. Currently, that technology is integrated gasification and combined cycle combustion (IGCC). With IGCC there is even the possibility that carbon dioxide—the primary global warming pollutant—can be captured and sequestered in the ground. Whether IGCC is the answer or not, the fact remains that using coal to produce electricity is poisoning the planet and causing irreparable harm worldwide.
Here are some of the issues to consider when thinking about using coal for electricity.

Mercury:
Coal-fired power plants are the leading source of mercury in Montana's air. Nationwide, these plants are responsible for over 40% of the mercury that enters the air each year. In Montana, these plants report emitting 92% of the mercury in Montana's air. Mercury is a potent neurotoxin. It impairs fetal development and causes neurological disorder, developmental disabilities, visual and hearing impairment, and cardiac diseases. Minute quantities in the womb can cause irreversible effects. It has been linked to autism, ADD and other learning disabilities. These plants have the ability to control at least 90% of their mercury emissions but currently no plants in Montana are doing so. The State needs stronger rules that require all plants to reduce mercury pollution as much as possible.
Air Quality:
When coal is burned harmful air pollutants like sulfur dioxide, nitrogen oxides and particulates are released to the air. These pollutants cause and aggravate respiratory diseases, damage lung tissue, and can lead to premature death. They can also harm vegetation, trees, crops and water quality.
Global Warming Pollution:
Coal-fired power plants are the primary source of the principal global warming pollutant, carbon dioxide.
Between 1990 and 2003, total U.S. carbon dioxide emissions increased about 18%.
About 98% of carbon dioxide emissions in the U.S. come from the burning of fossil fuels.
There is broad scientific agreement that human activities are causing the temperature of the earth's atmosphere to rise.
With only 5% of the world's population, the U.S. emits 22% of the world's greenhouse gases (24 tons per person per year). Montana emits 35 tons per person per year. Montana ranks 8th in the nation in per capita CO2 emissions.
In the last 1,000 years, the hottest 20 years have occurred since 1980. 2005 was the hottest year ever recorded.
In Montana global warming puts agriculture, water availability, tourism, forest health, and millions of species at risk.
Since 1999, Montana's wheat yields have been 15-30% less than the previous 10 years. The models developed by MSU on global warming impacts on Montana agriculture predict a further 20-40% decrease in yields.
Of the 150 glaciers present in Glacier National Park 100 years ago, only 26 remain. Even these are expected to vanish within 30 years.
In Montana, Spring melt-off occurs 15 days earlier than 50 years ago according to University of Montana scientist, Steve Running, with the Montana Climate Center.
Snowfall in the Missoula area has fallen from 55 inches to 40 inches, and the number of frost-free days has increased by 15 in the last 50 years.
Flathead Lake reported the highest ever mid-lake temperature on July 22, 2003: 76 degrees at the deepest point.
Mining and Reclamation:
Montana has an enormous amount of coal. Compared to neighboring states, the rate of coal mining in Montana has remained relatively constant for the past 30 years because Montana coal is more expensive to mine, can be of marginal quality, and is more expensive to transport to market.
Reclamation of coal mines is a significant challenge. Since the early 1970s, Montana has had an exemplary reclamation law but problems still remain. Montana mining companies are not reclaiming lands concurrently with mining. This makes it more difficult, and expensive, to re-establish vegetation, and raises the issue whether the reclamation bonds are adequate. Water impacts, however, remain the biggest challenge. While surface water drainages are relatively easy to restore superficially, it remains to be seen how viable they will be over the long term. Underground, large problems still occur. As groundwater percolates through reclaimed spoils it becomes contaminated with all sorts of previously unavailable chemicals. This contamination manifests itself ultimately in surface water and the uptake of contaminants in vegetation.
It is because mining companies are unable to effectively deal with these water quality problems that no land mined after the passage of the Montana Strip and Underground Mine Reclamation Act has ever had its bond fully released
Solid Waste:
The ash from coal-fired power plants contains about 5% hazardous substances including arsenic, cadmium, chromium, lead and mercury. Over 120 sites across the country have contaminated surface and ground water due to improper disposal of ash from coal-fired power plants